Entrevista a Pablo Alonso Banco Santander

Este mes, desde el departamento de comunicación de ANESE, hablamos con Pablo Alonso, director de Financiación Sostenible para Empresas de Santander España.

  • Pablo Alonso empieza por explicar la estrategia de financiación sostenible para empresas de la entidad que representa, resaltando que “la estrategia de Santander se basa en aportar valor y acompañar a las empresas en su transición competitiva sostenible, combinando soluciones de financiación, servicios de asesoramiento y una oferta creciente de soluciones no financieras”.
  • Igualmente detalla los instrumentos financieros y no financieros más utilizados por las empresas clientes para avanzar en sostenibilidad, con especial referencia para los CAE. Y menciona a las energías renovables, edificación y rehabilitación energética en Real Estate, movilidad limpia, economía circular, agro-sostenible como las áreas de negocio con claras oportunidades de crecimiento e impacto en la eficiencia, rentabilidad y competitividad de las empresas.

¿Cómo define Santander su estrategia de financiación sostenible para empresas dentro de su marco global de sostenibilidad?

La estrategia de Santander se basa en aportar valor y acompañar a las empresas en su transición competitiva sostenible, combinando soluciones de financiación, servicios de asesoramiento y una oferta creciente de soluciones no financieras. Este acompañamiento incluye no sólo facilitar inversiones sostenibles, sino también ayudar a las compañías a comprender y gestionar los riesgos ESG que pueden afectar a la continuidad de su negocio, especialmente los riesgos climáticos de transición —derivados de cambios regulatorios, tecnológicos o de mercado— y los riesgos físicos asociados a fenómenos climáticos extremos y a la exposición futura de sus activos.

Para ello, el banco articula su actuación en torno a tres componentes estratégicamente integrados:

  • Movilización de capital y acompañamiento comercial, mediante financiación use-of-proceeds y financiación vinculada a sostenibilidad, que facilitan la inversión en proyectos elegibles o la mejora del desempeño ESG de las compañías.
  • Integración del riesgo ESG y climático en los procesos de análisis y aprobación, con el fin de identificar de forma temprana los riesgos materiales que afectan a la empresa, evaluar su resiliencia y definir estructuras financieras adecuadas a su contexto de transición.
  • Descarbonización de las carteras, apoyada en objetivos sectoriales de alineamiento y en compromisos públicos del Grupo, lo que refuerza la consistencia entre la estrategia comercial y la gestión del riesgo climático.

Este enfoque sitúa la financiación sostenible más allá de la financiación de proyectos “verdes” o sociales puntuales, convirtiéndola en una palanca estratégica para impulsar la transformación del tejido empresarial en todos los niveles de madurez ESG. Acompañar al cliente en su transición implica analizar su exposición a riesgos climáticos, identificar oportunidades de mitigación y adaptación y facilitar que disponga de las inversiones, capacidades técnicas y apoyo necesarios para avanzar de forma ordenada y competitiva.

 

¿Qué sectores considera que ofrecen oportunidades y que son prioritarios para la inversión sostenible en los próximos años?

Más que sectores concretos, hablaría de verticales de negocio con claras oportunidades de crecimiento e impacto en la eficiencia, rentabilidad y competitividad de las empresas, siendo la mayoría de ellos transversales a cualquier actividad y donde se requiere de una innovación constante: energías renovables, edificación y rehabilitación energética en Real Estate, movilidad limpia, economía circular, agro-sostenible y digitalización con impacto climático, fundamentalmente.

En paralelo, no debemos olvidar la importancia de financiar la transición en aquellos sectores más emisivos, donde el acompañamiento financiero y técnico a largo plazo son imprescindibles (petróleo & gas, generación eléctrica basada en fósiles, siderurgia, transporte pesado, aviación, minería, entre otros).

En definitiva, ponemos el foco en una doble vía: impulsar las verticales “growth” mencionadas anteriormente que favorezcan la competitividad de las compañías, y apoyar y acompañar a los sectores más emisivos en su transición por su impacto y relevancia en la economía.

¿Cuáles son los instrumentos financieros y no financieros más utilizados por las empresas clientes para avanzar en sostenibilidad (bonos verdes, préstamos vinculados a KPIs ESG, etc.)?

Por un lado, líneas de financiación con uso de fondos verdes, sostenibles o sociales, para impulsar los proyectos de inversión de las compañías que sean consistentes con lo establecido en la taxonomía europea, más allá de que les ayuden a ser más eficientes, rentables y competitivos. Además, dentro de estas líneas se incorporan el leasing/renting fotovoltaico, renting coche ECO, préstamos para promociones inmobiliarias con criterios de eficiencia, y acceso a líneas con garantías (BEI/FEI) o líneas ICO MRR Verde, entre otras. El banco participa en estructuras de blended finance y programas con multilaterales (BEI/FEI, garantías investEU) que reducen el coste y mejoran la bancabilidad de proyectos donde el business case por sí solo no es suficiente. Estas líneas son especialmente relevantes para PYMEs y proyectos de innovación tecnológica.

Por otro lado, la financiación vinculada a sostenibilidad (SLLs) que incentiva a alcanzar objetivos sostenibles a través de condiciones financieras preferentes cumpliendo con metas relacionadas con la reducción de emisiones, eficiencia energética u otros indicadores ESG asociados a la actividad de la compañía.

En paralelo, las soluciones no financieras son esenciales, especialmente en el ámbito de Pymes y Empresas. Servicios de asesoramiento en ESG, soluciones de descarbonización de activos, gestión de CAE y medición de huella son algunos ejemplos de un abanico de servicios que buscan dar valor añadido a las compañías para ser más eficientes, rentables y competitivas. Para ello, es vital asociarse con partners que sean líderes en el mercado. En nuestro caso, tenemos alianzas con CBRE para el desarrollo de soluciones en descarbonización y rehabilitación de activos inmobiliarios, con WeGrant y KPMG para ayudar en la gestión y canalización de ayudas y subvenciones, con Global Factor para la medición de huella, varios sujetos delegados para la gestión de CAE y, recientemente, con Valora Consultores para ofrecer un nuevo servicio de consultoría especializado en ESG a Pymes y Empresas.

¿Cómo perciben la evolución de la demanda de financiación sostenible entre PYMEs frente a grandes corporaciones?

La demanda es heterogénea por tamaño y madurez: las grandes corporaciones, sujetas a una mayor regulación y a exigencias de inversores, muestran una demanda consolidada y más sofisticada, donde las estructuras SLLs cobran especial importancia sobre todo en los sectores con mayor intensidad de emisiones. Las PYMEs muestran actualmente una adopción más gradual: perciben la sostenibilidad en muchos casos como coste y no siempre como inversión, aunque la presión de la cadena de valor cada vez es mayor (las grandes empresas trasladan cada vez más requisitos ESG a sus proveedores actuando como correa de transmisión, por lo que la transición de las PYMEs es esencial para la resiliencia de las cadenas de suministro y, por ende, para la continuidad de la relación comercial), y la correlación con acceso a mercados/inversores está acelerando su interés.

«Nuestro rol como sector es canalizar el capital hacia inversiones sostenibles, hacia proyectos (…) que contribuyan a una economía baja en carbono y resiliente».

 

Desde vuestra perspectiva, ¿cómo está evolucionando el sector financiero en España y en Europa en materia de sostenibilidad y descarbonización?

La evolución es de rápida normalización y mayor integración regulatoria: los requerimientos regulatorios sobre divulgación y medición han acelerado la incorporación de factores ESG en la gestión del riesgo bancario y en la oferta comercial.

Nuestro rol como sector es canalizar el capital hacia inversiones sostenibles, hacia proyectos que tengan sentido económico y contribuyan de verdad a una economía baja en carbono y resiliente. Para desempeñar ese rol habilitador clave para acelerar la transición necesitamos de un esfuerzo conjunto entre administraciones, empresas, sector financiero, esto incluye marcos normativos coherentes, predecibles y proporcionados, pero también incentivos públicos o multilaterales, esquemas de coberturas o garantías que aseguren la bancabilidad de los proyectos allí donde los modelos de negocio están tensionados (tecnologías no maduras, elevados costes o riesgos no cubiertos).

Desde el punto de vista práctico, los bancos estamos ampliando nuestra oferta de servicios ESG tanto financieros como no financieros, que den solución a los riesgos climáticos (físico y transición), y que sirva como palanca de diferenciación y competitividad a las compañías. El reto principal es escalar la oferta para PYMEs y sectores con menor madurez, mientras se gestiona el riesgo de greenwashing y la fragmentación normativa.

¿Cuáles son las aportaciones que ofrece Santander España a las empresas del sector energético, en concreto a las que centran su actividad en los servicios energéticos y en la eficiencia energética?

Santander ofrece una combinación de líneas de financiación para proyectos de inversión (sea por Uso de Fondos o Vinculadas a Sostenibilidad); productos específicos ligados a soluciones de autoconsumo, movilidad eléctrica, en modalidad de préstamo, leasing y renting; líneas de mediación con respaldo público (líneas BEI/FEI, ICO MRR Verde); y  servicios no financieros como la comercialización de soluciones para monetizar ahorros energéticos (programas de gestión de CAE), soluciones de rehabilitación / descarbonización de activos inmobiliarios con CBRE, gestión y tramitación de subvenciones con KPMG/WeGrant, y servicio de asesoramiento especializado en ESG con Valora Consultores.