
El Área de Material Eléctrico de C de Comunicación reunió la semana pasada en Madrid a diferentes expertos para analizar y debatir acerca de las oportunidades de negocios, riesgos y retos que enfrenta el sector del data center.
La mesa redonda Industria de los Centros de Datos: oportunidades de negocio y nuevos retos para la cadena de valor, la primera de C de Comunicación sobre este sector de gran potencial en España se celebró el pasado 0 de julio. Expertos de primer nivel se reunieron en el Hotel Crowne Plaza Madrid Retiro en una jornada a puerta cerrada y que sirvió para analizar y debatir acerca de las oportunidades de negocios, riesgos y retos que enfrenta la industria.
El evento, moderado por Lorenzo Tasso, director del Área de Material Eléctrico, contó con la participación de Daniel Navarrete, director de relaciones institucionales de ANESE.
Las 10 principales conclusiones del debate
1.- Los centros de datos son una infraestructura estratégica nacional que requiere más apoyo y visibilidad.
El papel de esta industria como motor de digitalización, competitividad y resiliencia la convierte en un activo importante para el desarrollo económico, aunque aún requiere más visibilidad y apoyo de las administraciones.
2.- España tiene potencial energético, pero necesita una estructura de precios que no penalice a la industria para consolidarse como hub de centros de datos.
A pesar de que el país destaca por su capacidad renovable, el precio final de la energía no es competitivo. Para atraer inversión y favorecer el desarrollo del sector, es clave establecer un marco que permita el acceso estable, sostenible y competitivo a la energía, alineado con el peso estratégico del sector.
3. –Los CAEs son útiles, pero insuficientes: el sector necesita el estatus de una industria electrointensiva y la apertura a modelos energéticos off-grid.
Aunque los Certificados de Ahorro Energético pueden aportar, no lo hacen al mismo nivel que en otros sectores y es insuficiente frente a las necesidades reales del sector. Durante el evento, se puso sobre la mesa la urgencia de contar con un marco específico que reconozca a los centros de datos como industria electrointensiva, para facilitar su acceso a contratos energéticos competitivos. Además, se debatió la posibilidad de avanzar hacia modelos energéticos más autónomos, incluso off-grid, que aumenten la resiliencia, el control de costes y la sostenibilidad de estas infraestructuras críticas.
4.- La Inteligencia Artificial es una gran palanca, pero todavía no es una realidad operativa en el ecosistema de centros de datos en España.
Es un término que se utiliza frecuentemente, pero no existen por el momento instalaciones en funcionamiento específicamente diseñadas para cargas intensivas de IA en el país. Se percibe más como un reclamo comercial que como una realidad técnica, aunque su impacto futuro es incuestionable.
5.- La innovación tecnológica avanza más rápido que la capacidad ejecutiva.
Diseñar, legalizar y construir un centro de datos es un proceso complejo y lento que contrasta con la aceleración tecnológica. El desajuste entre lo que se promete y lo que se puede entregar es un gran reto que va in crescendo.
6.- Es fundamental atender a la calidad de productos e instalaciones.
En un entorno de alta exigencia, el uso de materiales o soluciones de baja calidad puede comprometer la fiabilidad operativa y la seguridad, elevar los costes de mantenimiento a largo plazo y afectar a la percepción social de la industria.
7.- Rapidez y calidad deben ir de la mano.
La velocidad de ejecución es un elemento crucial para responder al mercado, pero hacerla a costa de la calidad es contraproducente. Equilibrar ambos factores, desde el diseño hasta la puesta en marcha, es indispensable.
8.- El mantenimiento evoluciona hacia lo predictivo.
El mantenimiento en centros de datos ya no es solo preventivo o correctivo: el modelo predictivo basado en datos y sensorización es el nuevo estándar para garantizar continuidad operativa y detectar fallos antes de que ocurran.
9.- Faltan profesionales y la formación debe reforzarse.
El sector, como otros tantos, sufre una carencia estructural de personal cualificado. Esta falta de mano de obra se aprecia especialmente en instalación, mantenimiento y operación. Ante esta realidad, urge una respuesta coordinada entre industria, formación profesional y universidades.
10.- La distribución profesional debe reinventarse.
Como diría Miguel de Unamuno, “el progreso consiste en renovarse” y el canal de la distribución profesional todavía no ha encontrado su camino en la industria de los centros de datos. La cadena de valor cambia: el cliente busca respuestas técnicas, soporte especializado y agilidad. Ante esta situación, la distribución debe aportar valor añadido si quiere seguir siendo relevante.