Las ESEs explican a empresas del sector cárnico que ser sostenible no es sinónimo de coste, sino de rentabilidad, de reducción del gasto y de competitividad

Uno de los objetivos de BBVA es ayudar a comprender a los clientes que ser sostenible no es sinónimo de coste, sino de rentabilidad, de reducción del gasto y de competitividad por el compromiso implícito que conlleva en materia medioambiental. Estos aspectos han sido tratados por varios expertos en un webinar impulsado por el banco junto con la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (ANESE) sobre cómo ahorrar y ser sostenible en el cuarto sector industrial de España: el cárnico.

La alimentación y las bebidas es uno de los sectores con más potencial a la hora de ahorrar energía por el necesario uso de diferentes sectores energéticos (vapor, agua caliente, frío industrial etc.) para su producción. Dentro de este sector se encuentra el de la carne, constituido por unas 3.000 empresas de todo el país y con una cifra de negocio que roza los 27.000 millones de euros, lo que representa el 22,6% de todo el sector alimentario español.

Estos datos ponen de manifiesto la importancia de que este sector adopte medidas en materia de sostenibilidad que contribuyan a reducir su gasto energético y su huella de carbono. “La eficiencia energética es la sostenibilidad del ahorro”, ha afirmado Daniel Navia, director global de Soluciones Sostenibles en BBVA, durante el encuentro digital que la entidad financiera ha organizado en colaboración con ANESE. Navia ha explicado que “es la sostenibilidad la que permite a las empresas reducir sus gastos, sus costes, mejorar su competitividad y su posición empresarial. Algo vinculado también al objetivo de BBVA de contribuir a la modernización y la competitividad del tejido productivo para lograr un crecimiento económico mayor”.

Para ello, BBVA pone a su alcance herramientas como la calculadora de la huella de carbono a través de One View, que permite a las empresas conocer mejor su situación energética para tomar las decisiones adecuadas; financiación a 10 años para la adopción de medidas, así como el acompañamiento y asesoramiento junto a la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos en la transición hacia un modelo sostenible. Luis Cabrera, presidente de ANESE, ha afirmado que “desarrollamos proyectos en cualquier lugar del territorio, lo que da una capacidad enorme para reducir la huella de carbono”.

Los ponentes durante el webinar impulsado por BBVA en colaboración con ANESE. En relación con la industria cárnica, Óscar Verde, director de la unidad de negocio de EDF FENICE IBÉRICA, ha asegurado que desde el punto de vista energético “es una gran consumidora de frío”, además de “un sector de gran competitividad y de exposición al público”. Todo ello ha provocado que sea “muy consciente de la necesidad de reducir el consumo energético en sus plantas de producción, de controlar la huella de carbono y de mejorar el impacto final en el ecosistema”.

La Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo del Gobierno de Españacuyo objetivo es reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) en un 90% a 2050 con respecto a 1990, permitirá un consumo final de energía plenamente renovable a mediados de siglo, lo que aumentará la competitividad de la economía española y generará efectos positivos en salud, biodiversidad y adaptación al cambio climático. Es por ello que, Alejandro Sánchez, director gerente de STRATENERGY, ve la sostenibilidad “como una palanca de desarrollo” y “cada vez son más los organismos que la premian”. Sánchez considera que, en este ámbito, las empresas deben tener identificado cómo están en el ámbito de la energía, tanto en materia de cumplimiento normativo, como de consumos que se pueden obtener a través de la instalación de sistemas de monitorización; definir una estrategia desde el punto de vista energético; y apalancarse en empresas de servicios energéticos que les permitan convertir una amenaza en una oportunidad.

Claves para cambiar la perspectiva con respecto a la eficiencia energética

Los temores a la hora de adoptar medidas en materia de sostenibilidad o el desconocimiento por parte de las empresas en este ámbito, dificulta en ocasiones el que pongan en marcha medidas de eficiencia energética.

Para romper estas barreras, Marcos Fusté, gerente de Desarrollo de Negocio de ACCIONA Servicios Energéticos, ha asegurado en el ‘webinar’ que es necesario “ofrecer confianza y convertirnos en un socio del cliente. La eficiencia energética hay que cuantificarla. Comporta una foto al inicio y al final, y esto requiere confianza y control”. Fusté ha señalado, además, que se debe empezar por buscar proyectos que sean rentables por sí solos, y que las subvenciones gubernamentales que se ofrecen en materia de sostenibilidad deben quedar “como un plus que afectará a esa inversión y a ese proyecto”.

Además, es esencial tener por parte de la empresa “un cálculo de retorno de la inversión en sostenibilidad”, como ha afirmado Santiago Aliaga, ‘controller’ del Grupo Vall Companys. Una empresa especializada en la elaboración de proteínas, que ha ido incorporando criterios de eficiencia energética a su producción, no solo por la reducción de costes y emisiones, sino también porque “es importante el coste/kilo, pero cada vez más nos van a comprar para tener una mejor huella/kilo”, ha asegurado.

Entre las medidas que Vall Companys ha implantado en materia de sostenibilidad se encuentra el aprovechamiento del calor para fomentar la economía circular; la utilización de energía fotovoltaica para intentar lograr que el 6% de la energía que consume todo el grupo provenga de esta fuente; la contratación de energías verdes o la modificación de la flota de camiones de la empresa para pasar de diésel a gas natural licuado (GNL).

BBVA acompaña a los clientes hacia la eficiencia energética

Con el objetivo de ayudar a las empresas a que las empresas sean energéticamente más eficientes y acompañarlas durante este proceso, BBVA ha firmado un acuerdo de colaboración con ANESE. El objetivo es ayudar a las empresas en la adopción de medidas de eficiencia energética, que les permita reducir costes y disminuir el impacto medioambiental de su actividad, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.

Para ello, la entidad financiera pone a su disposición de sus clientes un modelo de servicio de acompañamiento de principio a fin, que va desde la sensibilización sobre la importancia de la eficiencia energética y el cálculo inicial de potenciales ahorros, hasta el diseño de propuestas de proyectos y su financiación acorde a las medidas técnicas a implantar.