Según Econward, España podría convertirse en el tercer productor europeo de biometano

Según Econward, el biometano podría ser clave en la reforma del Plan Nacional de Energía y Clima, PNIEC 2030. «Hablamos de un combustible de origen renovable que se obtiene a partir de un proceso de limpieza del biogás. En España, en la actualidad, hay menos de una docena de plantas produciendo biometano pero se espera un crecimiento exponencial en los próximos años, ya que nuestro país tiene potencial de convertirse en el tercer productor de este gas renovable».

Una de sus ventajas, aparte de que permitiría producir energía verde en territorio nacional, reduciendo la dependencia del exterior, es que se trata de un gas que puede inyectarse en la red de gas existente, sin necesidad de crear nuevas infraestructuras y asumir nuevos costes.

Pero para establecer una foto fija de la situación de este gas en España, nada mejor que compararla con otras geografías, ¿qué diferencias tiene por ejemplo el sector del biogás en Europa si lo comparamos con Estados Unidos? ¿qué fortalezas tenemos en España? “Estados Unidos ha apostado fuerte por la descarbonización desde el último año. Aunque siempre ha habido algunos estados que, como California, están muy volcados en la reducción de su huella de carbono, el hecho de que el gobierno federal haya aprobado medidas de alcance nacional ha supuesto un gran paso adelante. En el sector del biogás se ha aprobado un paquete de ayudas a la producción de biometano que está acelerando los proyectos para la construcción de nuevas plantas. Estas ayudas públicas, que incluyen importantes incentivos fiscales han atraído la atención de los inversores privados”, comenta Joe Ayala, director de operaciones de Econward LLC, filial americana de la firma española Econward.

Si nos fijamos en Europa, parece ser que el Viejo Continente está mucho más desarrollado que EE.UU. en lo que se refiere a tecnologías de producción de biogás. “Esto es lógico, teniendo en cuenta que se trata de un sector que se desarrolló mucho antes que en Estados Unidos, y eso se nota en la presencia de empresas con tecnologías punteras que exportan al mercado americano. La percepción que se tiene de ellas es muy buena, y son muy respetadas. Sin embargo, es importante adaptar las tecnologías a los requisitos locales. Esto implica no solamente adaptar los estándares de fabricación, muy cambiantes además entre los distintos estados, sino también ser capaces de ofrecer escalas de producción mucho mayores”, añade Alberto Tuñón, director comercial de Econward.

Pero, ¿qué pasa con España? ¿qué puntos fuertes tenemos y en qué aspectos se podría mejorar?

 “Aunque Europa ha tenido mayor tradición que Estados Unidos en cuanto a producción de biogás, creo que el mercado aún no está maduro y todavía tiene mucho potencial de desarrollo. Esto se hace patente especialmente en España, donde la producción y el consumo de biometano es insignificante en relación con su mix energético, pero tiene potencial para convertirse en la tercera potencia europea. El año pasado, el sector ha recibido un enorme impulso por parte de los poderes públicos. Sin embargo, el punto fuerte de España con respecto a Estados Unidos es el altísimo nivel de los técnicos e ingenieros, y la posibilidad de llevar a cabo una intensa actividad de I+D+i a un coste muy razonable. Creo que España es el lugar óptimo para investigar y desarrollar tecnologías”, subraya Joe Ayala.

Sobre los aspectos en los que se podría mejorar, Alberto Tuñón señala los siguientes: “España está aún muy por detrás de sus vecinos del norte de Europa, pero también de otros países más cercanos como Francia e Italia. Y esto se debe a la falta de existencia de incentivos y de una estrategia de desarrollo a largo plazo, que ofrezca estabilidad a los inversores. Es importante que haya un marco regulatorio que no sufra los altibajos de la fluctuación de los precios de la energía”, finaliza.

Econward es una pyme española que promueve plantas de biogás y biometano a partir de su tecnología BIOMAK®, capaz de recuperar el 97% de la materia orgánica contenida en los residuos sólidos urbanos que actualmente llegan al vertedero.  Esta tecnología mejora asimismo el rendimiento de una planta convencional y mejora la calidad del biogás obtenido tras el tratamiento de esos residuos, al presentar un contenido de biometano del 67%.